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Vacío. El convento 'nuevo' de la carretera a Udala se comenzó a habitar en marzo de 1978.
Buscan monjas para la Concepción

Buscan monjas para la Concepción

Las últimas religiosas se marcharon en 2016 y donaron el monasterio al obispado

KEPA OLIDEN

Sábado, 10 de junio 2017, 00:44

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En el convento de las Hermanas Franciscanas Concepcionistas de Uribarri, inaugurado hace 40 años en el soleado paraje de Eguzkitza, no queda nadie para celebrar el aniversario que se conmemorará en marzo de 2018.

Las tres últimas religiosas abandonaron el monasterio en septiembre de 2016. Dos con destino al convento de Valladolid y la otra, al de Segura. Solo permanece el matrimonio que se ocupa de guardar y mantener las instalaciones y que reside junto con sus hijos en una de las viviendas de esta parcela de 1.700 metros cuadrados que además alberga iglesia, claustro, una treintena de celdas o habitaciones, cocina, salas de labores, de visitas, celdas de música... así como una gran huerta que cultiva un hortelano.

La congregación de las franciscanas concepcionistas se despidió discretamente de Mondragón poniendo punto final a la presencia de una comunidad religiosa cuyo origen se remonta más de 500 años atrás. Y lo hizo donando sus propiedades al Obispado de San Sebastián. La diócesis que encabeza José Ignacio Munilla no se ha pronunciado oficialmente sobre el uso o destino que se le va dar a esta propiedad, pero fuentes eclesiásticas aseguran que el prelado donostiarra estaría decidido a darle un uso religioso «buscando una congregación de monjas para que se instalen» en el abandonado convento. Pero los esfuerzos emprendidos por el obispado no han dado aún fruto, y a nadie se el oculta que el empeño del obispo Munilla por encontrar monjas con que llenar este monasterio no se presume fácil.

De lograr su propósito, el prelado donostiarra inyectaría sangre nueva para revitalizar una comunidad cuyos orígenes se remontan al año 1511 y que hasta 1978 permaneció en lo que hoy se.

Como recoge Ignacio Cendoya en su estudio titulado 'Justo Antonio de Olaguíbel y la reconstrucción del Convento de la Purísima Concepción de Mondragón' (Facultad de Filología, Geografía e Historia de la UPV), el origen de la comunidad se halla en un beaterio -forma de vida religiosa premonástica- fundado en 1511, conociéndose que en esa fecha el concejo de la villa vendió un cobertizo y un manzanal en el lugar llamado Iturrioz a María Báñez y Juana Ochoa de Olariaga, quienes abonaron 1.372 maravedís por ellos, con el deseo expreso de 'facer casa de Beatas de Señor san Francisco'. Como 'beatas' permanecerían hasta 1596, año en el cual decidieron adoptar el voto de clausura, decantándose para ello por la regla de Santa Isabel, para tomar el velo negro en mayo de 1613. Pero no sería hasta 1923 cuando adoptaron la regla de la Concepción de la Santísima Virgen María.

Este investigador dedica su estudio a la reconstrucción del convento dirigida por el vitoriano Olaguíbel entre los años 1795 y 1796. Olaguíbel es uno de los arquitectos más destacados del neoclásico hispano.

Sus servicios fueron requeridos para reconstruir el monasterio tras la destrucción de las instalaciones durante la Guerra de la Convención (1793-95), cuando los franceses emplearon el convento como cuartel y cuadra.

La reforma de Olaguíbel en la Concepción debió de ser muy modesta, según Cendoya. Pero posteriores intervenciones, como la completa renovación de la iglesia del convento y en la fachada principal, desvirtuarían la obra del arquitecto vitoriano. La fachada principal «adquiriría un carácter neogótico completamente ajeno a su concepción original» señala Cendoya.

Demolición en 1978

En cualquier caso, las características y valores arquitectónicos que pudiera albergar el histórico convento de la Concepción, fueron pasto de las excavadoras en 1978, cuando fueron demolidos tanto el convento como el vecino cuartel de la Guardia Civil. En su lugar, el constructor Luciano Soraluze levantaría la primera fase de las casas de Kontzezino.

Paralelamente, los arquitectos Eduardo Aranzabal y Jorge Caballero ultimaban la construcción del nuevo convento en la carretera de Udala, inaugurado en la primavera de 1978.

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