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Numerosos aficionados llenaron ayer el coso desmontable instalado en Laubide para asistir a la suelta de vaquillas que siguió al primer encierro de la fiestas.
Fiesta y homenajes en San Juan

Fiesta y homenajes en San Juan

El primer encierro se saldó con un corredor herido al resbalar y cortarse con un cristal

KEPA OLIDEN

Sábado, 25 de junio 2016, 00:45

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El primer encierro de sanjuanes se saldó ayer con un herido leve. Un corredor resbaló en el pavimento húmedo durante el descenso de Kanpantorpea hacia Iturriotz y al caer se produjo un corte con un cristal en la cara interna del antebrazo. El joven fue evacuado al hospital y le aplicaron 17 puntos de sutura. Más allá de esta incidencia, la primera sesión taurina de las fiestas se desarrolló con normalidad y con el habitual lleno en el ruedo de Laubide. Pero la fiesta taurina tiene también sus detractores, como se ha podido observar en los carteles aparecidos en diversos puntos denunciando este maltrato animal.

La festividad de San Juan transcurrió ayer por los cauces habituales. La comparsa de gigantes y cabezudos, congregó a numeroso público en el pasacalle que tuvo su acostumbrada parada en Sebero Altube para reunirse con la Banda de Arrasate Musikal.

Banda y gaiteros protagonizaron ayer una de las novedades del programa festivo con la inclusión de tres temas de los RIP en el concierto de San Juan ofrecido a mediodía en Monterrón. Cientos de aficionados se dieron cita en el anfiteatro y aledaños de este céntrico parque para asistir a esta inédita interpretación, entre ellos Txerra Bolinaga, único superviviente del legendario cuarteto de punk-rock. Trompas, trombones, tubas y con Peru Altube a la percusión, los músicos rindieron su particular homenaje a Mahoma, Jul, Portu y Txerra.

Los mayores recibieron también un homenaje en Etxaluze con una comida a la que asistieron 164 mayores de 80 años. La más veterana de los presentes fue Ignacia Llodio, natural del caserío Artabilla de Gesalibar, que cumplirá 99 años el próximo 31 de julio. El más veterano fue el pacense Lorenzo Gallardo, que vino «en 1947 para trabajar en la construcción del pantano de Ulibarri-Ganboa», según contó él mismo. Lorenzo cumplirá 95 años el próximo 17 de diciembre.

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