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Zerkaosteta. Arco doble que coronaba la desaparecida puerta del cantón de Zerkaosteta (actual cantón del cine Ideal).
Las seis puertas de la muralla

Las seis puertas de la muralla

Actualmente perduran el Portal de Abajo y los arcos de Kontzezino y Arbolapeta

KEPA OLIDEN

Domingo, 14 de febrero 2016, 00:28

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El recinto amurallado de la villa medieval de Mondragón disponía de seis puertas de entrada y salida. La antigua cerca perimetral que rodeaba al casco histórico, ahora simbolizada en la escultura 'Harresi ezkutua', es hoy poco más que un recuerdo histórico apoyado por algunos pocos vestigios asimilados por las edificaciones que bordean el núcleo urbano primitivo.

Pero las puertas que guardaban la entrada a ese núcleo han corrido mejor suerte. La mitad de estos portales conservan su arco: el Portal de Abajo o Portalón y los de Zurginkantoi y Kontzezino. Desaparecieron para siempre los arcos de los portales de Zerkaosteta, cantón de Olarte y Gazteluondo.

Permuta

El Portal de Abajo o Portalón constituye sin duda el elemento arquitectónico más emblemático del casco histórico y, por extensión, de la villa. Punto neurálgico de la vida social e icono de Mondragón, la recién inaugurada obra del escultor Iñigo Arregi da ahora la bienvenida a cuantos se adentran por esta puerta.

Este acceso ha recibido siempre la consideración de puerta principal de entrada al casco histórico. Esa distinción queda patente en un curioso episodio histórico.

Por sorprendente que resulte, el arco que preside el Portal de Abajo o Portalón perteneció originalmente a la puerta de Gazteluondo. Fue en agosto 1768 cuando se construyó dicho arco para embellecer el arco de Gazteluondo. Se talló con piedra de Zaraia y Bergara, apuntaba el cronista José Letona.

Y allí permaneció durante los siguientes 12 años. Pero para los mondragoneses de la época resultaba poco congruente que Gazteluondo luciera un elegante arco recién tallado mientras que el Portal de Abajo, el lugar más representativo de la villa, se tenía que conformar con un arco más tosco y ordinario.

José Letona fecha en el año 1780 la resolución municipal de permutar los arcos de los portales de Gazteluondo y Abajo. El refinado arco de Gazteluondo se reinstaló abajo, y viceversa. La operación, según Letona, costó 2.390 reales.

Obviamente, los vecinos de Gazteluondo salieron perdiendo, y quizá para mejorar algo su arco, en 1884 le incorporaron una cruz, como detalla la historiadora Ana Isabel Ugalde. De todas formas, el conjunto perduró poco tiempo más. Ugalde apunta que el arco se demolió en 1907.

Cantón de Olarte

En agosto de 1892 sucumbía otro de los arcos de entrada al casco histórico. Era el portal que daba acceso desde la calle Ferrerías al arrabal de Olarte, situado extramuros, a través del cantón del mismo nombre (al lado de la actual carnicería Otamendi).

Esta pérdida de patrimonio arquitectónico-monumental no estuvo exenta de controversia y hondo malestar, como consignaba el cronista Miguel Madinabeitia en un extenso artículo titulado 'El último vestigio' publicado el 10 de agosto de 1892 en el Noticiario Bilbaíno.

El autor dejó constancia, además, de que una de las viviendas de la vecindad fue muchos años antes escenario de un horrendo crimen. Ocurrió el 8 de agosto de 1778, cuando de regreso a su domicilio, un hombre sorprendió a su esposa en el lecho conyugal con un bergarés de nombre Pedro Leturia, casado y con hijos, que se hallaba aquí como contratista de un trozo del camino real de coches que a la sazón se estaba construyendo. El marido engañado mató a Leturia y cercenó un brazo a su esposa.

Cantón del crimen

Pero el apelativo de cantón del crimen se lo ganó el portal de Zurginkantoi, que desemboca en Arbolapeta y que por fortuna es uno de los que se conserva. La víctima fue nada menos que Santiago Elías de Aranguren, quinto conde de Monterrón. El atentado que costó la vida a este noble caballero de 54 años, y a la sazón alcalde de Mondragón, ocurrió el domingo 17 de noviembre de 1816, sobre las 21.30 horas, de un tiro de trabuco o escopeta disparado a la altura del muslo derecho cuando la víctima descendía por el cantón de Zurginkantoi hacia su palacio sito en el arrabal de Zarugalde. El crimen quedó impune pese a que encarcelaron a dos sospechosos durante alguna temporada.

El arco de Zurginkantoi, por su tosquedad, bien podría ser el más antiguo de los tres que se conservan.

Arco doble

Sin duda el arco más singular entre los ya desaparecidos es el que remataba el cantón de Zerkaosteta. Representaciones como una lámina del siglo XVIII y el dibujo a plumilla de Benito Zumalde que ilustra esta información, muestran un arco doble sobre un cantón mucho más ancho que el actual. La estrechez del cantón del antiguo cine Ideal poco tiene que ver con la antigua amplitud de un cantón cuyo arco parece disponer de una puerta para transeúntes y otro para caballerías.

Al parecer, la demolición de los edificios primitivos situados en este cantón pudieron propiciar la construcción de otros nuevos inmuebles que 'colonizaron' parte del espacio del cantón.

Se desconoce en qué fecha o en qué circunstancias pudo haberse producido la demolición del peculiar arco doble de la puerta de Zerkaosteta.

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