Talo, sidra , feria, trikitixa ... y a brindar

Lo cierto es que la popular jornada que anualmente homenajea la cultura y costumbres de los baserritarras, volvió a ser multitudinaria. Niños, jóvenes y adultos se echaron a la calle vestidos de baserritarras para disfrutar de las exposiciones y concursos instalados en los alrededores de la Universidad y en el propio claustro. Había donde elegir: enormes frutas y hortalizas, curiosas plantas y flores, artesanos de muy distintas ramas, ganado lanar, caballar y vacuno, quesos, tartas, hongos, rosquillas, panes... Una marea de gente recorrió los puestos y muchos no se resistieron a probarlos y llevárselos a casa.

Y mientras unos deleitaban la vista y el paladar con productos del caserío de indudable calidad, la plaza se convertía en una gran sidrería al aire libre en la que corrieron litros y litros de sidra. No hay duda de que el caldo guipuzcoano, se ha convertido en uno de los productos estrellas de la jornada junto al talo. Y para atender la demanda, la taberna popular trabajó a destajo desde primera hora.

A eso de la una y media, el público conocía los nombres de los ganadores de los diferentes concursos. Arantzazu Sagarzazu, de Ortuzabala se alzaba con el primer premio de hortalizas, seguida de Xabier Campo (Benturena), que se llevó también el premio al mejor lote por sus tomates. Gomiztegi firmaba el mejor queso, por delante de Néstor Altzelai (Aldai) y Maialen y Mikel (Akaitz). Félix Azkargorta (Iruatz) no solo ganaba el primer premio de frutas, también lograba el reconocimiento al mejor lote por sus peras, con Benturena en segundo lugar.

Tras la comida popular, las pruebas de deporte rural y las romerías pusieron la guinda a una jornada redonda que tiene banda sonora propia: el sonido del txistu, las gaitas y la trikitixa. Hoy, la fiesta continúa con clásicos como el piromusical nocturno, parque infantil, bertsolaris de balcón a balcón y conciertos, y mañana se despide a lo grande con la locura de los disfraces.