Emaús inaugura su sede en Asam

Esta fundación social abría ayer a mediodía un gran espacio destinado a la reutilización y a la economía solidaria en el antiguo pabellón de Asam, en la calle Bidekurtzeta. Una gran sala de ventas que ocupa 400 de los 1.200 metros cuadrados de la primera planta ofrece un amplio muestrario de ropa, complementos, libros, artículos de bazar, enseres, mobiliario... Todo ello de segunda mano y procedente de las recogidas domiciliarias que Emaús realiza por toda la comarca (943 771 871).

Gipuzkoa genera al año 10.000 toneladas de residuos voluminosos de origen urbano, de las que un 21% son gestionados por Emaús. De las 2.200 toneladas gestionadas por Emaús, el 65% se reutiliza, el 15% se recicla y el resto va al vertedero.

El creciente interés comercial que despiertan los artículos usados quedó patente en la afluencia de compradores que concitó el recién inaugurado EkoCenter de Musakola. Esta tendencia se ha traducido en un incremento de hasta el 205 por cien en las ventas de ropa de Emaús en Gipuzkoa durante el periodo 2009-2013. Javier Pradini, director general de esta fundación social, atribuía este espectacular aumento de las ventas «a los efectos de la crisis, pero también una cada vez mayor propensión a comprar ropa usada». Su compraventa tiene un gran arraigo en los países anglosajones, pero esta conciencia en favor de la reutilización y del consumo responsable también está prendiendo entre nosotros. No son solo inmigrantes con recursos precarios quienes compran en Emaús. «Cada vez viene más gente de aquí» aseguraba Pradini.

Los datos que facilitó el director general de Emaús son elocuentes sobre el auge que experimenta la reutilización de artículos de segunda mano.

Por los tres puntos de venta Emaús en Gipuzkoa -Irun, Donostia y Arrasate- pasan al año más de 114.000 clientes, lo que supone una media de 9.500 clientes mensuales. Estos compradores de productos usados elevan las ventas de Emaús en Gipuzkoa a «cerca de 80.000 artículos de bazar reutilizados». El volumen de ventas se concreta en 12.000 muebles, más de 25.000 libros, 200.000 prendas y más de 3.500 aparatos eléctricos y electrónicos.

Todos ellos, artículos que «no acaban en el vertedero gracias a Emaús», reconocía el diputado de medio ambiente Errazkin. El responsable foral tuvo palabras de agradecimiento para una fundación social cuyo sistema de aprovechamiento de artículos en desuso supone una gorro de 390.000 euros de tratamiento en vertederos, así como el impulso de una economía verde y solidaria que promociona empleos de inserción y mantiene en Gipuzkoa una plantilla estable de 65 trabajadores, de ellos 8 en las instalaciones de Musakola que en adelante podría ampliar su personal.