Borrar
Las 10 noticias clave de la jornada
La tele multiplica pantallas
tv | comunicación

La tele multiplica pantallas

Internet y los nuevos dispositivos alumbran un escenario audiovisual distinto, complicado por la caída de la publicidad y la concentración de operadores

PPLL

Domingo, 23 de diciembre 2012, 20:29

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los días de vino y rosas de la televisión acabaron. O al menos, su festín. El desplome de los ingresos publicitarios, sumado a la crisis, siembra de incertidumbre el modelo audiovisual, tan solo dos años después de haberse completado la transición a la televisión digital terrestre (TDT). Y esto sucede mientras la transformación tecnológica alumbra un nuevo escenario audiovisual, que se verá dentro y fuera de las pantallas.

El aterrizaje de la TDT fue «un hecho comparable a la aparición de la televisión en 1956», proclamó en 2005 el entonces ministro de Industria, Miguel Sebastián. El nuevo modelo prometía ofrecer más calidad, más canales, más contenidos, más pluralidad... y más negocio. Pero, «salvo contadas excepciones, ha sido un fracaso», sostiene la consejera delegada de Endemol, Pilar Blasco. «Solo ha supuesto un incremento para las distribuidoras internacionales y no para la producción nacional», lamenta.

Menos crítico se muestra Javier Busquets, profesor de Sistemas de Información de ESADE. «No creo que se puede hablar de fracaso en general, pero sí de una crisis», matiza. A su juicio, el problema reside en que el modelo de negocio de la televisión en abierto no encaja en una TDT que, además, conllevará mayores gastos ante la resintonización forzosa antes del 1 de enero de 2014 -para liberar frecuencias que serán usadas por la telefonía móvil 4G-. Ante la multiplicación de la oferta, la audiencia se ha fragmentado y las cadenas tradicionales se dan de bruces con la nueva realidad: un panorama más competitivo y con menos recursos. Con un mercado publicitario en retroceso -la inversión en esta materia cayó un 17,7% hasta septiembre, y lo hará otro 8,6% en 2013 , según las previsiones -, la tarta no da para alimentar a tantos.

En dos años, España ha pasado de tener una televisión descentralizada a estar en manos de un duopolio. Con RTVE fuera de juego -cerrará el año con un déficit de 105 millones de euros, y eso contando la tasa que pagan las 'telecos' y que tienen recurrida- Mediaset España (Tele 5, Cuatro y otras) y el Grupo Antena 3 (la susodicha, La Sexta y sus satélites) concentran el 85,8% de los ingresos publicitarios (1.631 millones) y el 41,3% de audiencia. Pero la crisis también ha engullido sus beneficios. La primera redujo sus ingresos en los nueve primeros meses hasta en un 60,2% (40,7 millones), mientras la segunda lo hizo un 91,1% (4,6 millones).

¿En abierto o de pago?

Unos números alarmantes para la industria que ponen contra las cuerdas al modelo de negocio de la televisión en abierto. En la otra cara de la moneda están las plataformas de pago (satélite, cable y ADSL), que resisten el envite de la crisis con una economía sustentada en la diversificación de los ingresos (suscripciones, abonados y publicidad), y que durante 2011 les reportaron unos beneficios de 1.703 millones, un 1,4% más que el año anterior. Busquets apunta que, a diferencia de los operadores en abierto, los de pago «trabajan con certidumbres, es decir, saben con qué cartera de clientes cuentan y lo que les van a pagar», si bien un reciente informe de PwC apunta que este negocio apenas crecerá un 0,5% en el próximo lustro.

En época de dificultades económicas, se arriesga lo mínimo. Las parrillas televisivas adelgazan y se llenan con repeticiones de programas y series, con formatos de larga duración o con creaciones propias. Un informe de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE) señala que la facturación en la producción audiovisual cayó un 14,6% en 2011, mientras que el negocio del sector estuvo en las ventas al exterior, con un incremento del 18,7%. «Nos hemos propuesto tener al mercado internacional como un cliente más, que nos permita crear y producir formatos más ambiciosos», explica Blasco.

Con todo, la 'caja tonta' engancha. Los españoles dedican de media cuatro horas al día (239 minutos) a sentarse frente a la pantalla, porque «la televisión es una familia virtual que hace compañía», señala Busquets. Además, añade, se trata de una actividad compatible con otras, como el fenómeno de la segunda pantalla: se ve la televisión mientras se comenta en las redes sociales, a través de 'smarthphones' y 'tablets'.

A la carta

Ese cambio también queda reflejado por el avance de internet como plataforma para la distribución de contenidos. Es en la Red donde el espectador tiene la capacidad de estar al mando, de seleccionar qué quiere ver y en qué momento lo hace. Busquets apunta que este fenómeno de televisión 'a la carta' «está tomando una gran relevancia tras la aparición operadores de tipo global, como Amazon o iTunes que ofrecen un gran fondo de catálogo».

Y, además, en internet sí crecen los ingresos publicitarios -un 14,2% entre 2012 y 2016, prevé PwC-, de modo que los operadores de TV podrán buscar sinergias con las empresas tecnológicas para aprovechar ese nicho.

La encrucijada de las autonómicas

Con las cuentas en números rojos se abre el debate sobre si hay que continuar financiando la docena de deficitarias televisiones autonómicas con dinero público. Las alternativas al modelo vigente llegan con la reforma de la Ley General de Comunicación Audiovisual, en la que se deja vía libre a las comunidades para que decidan si mantienen, privatizan o cierran unos canales que pierden 1.297,5 millones de euros anuales (datos de 2010, según Deloitte), que se quedarían en un tercio (-488.7 millones) si se consideran las subvenciones. Y es que sus 245,7 millones en ingresos publicitarios apenas cubren la mitad de los costes de personal (500,9 millones) para un total de 10.800 empleados.

Javier Busquets, profesor de Sistemas de Información de ESADE, defiende la televisión pública, «siempre y cuando contenga calidad». El problema es la dificultad en medir tal criterio, por lo que en Madrid y la Comunidad Valenciana han decidido acometer EREs masivos.

El último año ha sido especialmente duro. Al recorte de las subvenciones hay que añadir una caída del 22,2% en los ingresos publicitarios, con una pérdida de 55,1 millones (respecto a 2010, según la CMT). Busquets apuesta por un cambio en el modelo de ingresos y apunta a la televisión pública de otros países -véase Alemania o Reino Unido-, donde no hay publicidad pero sí un canon que sustenta su emisión, aunque aquí lo ve improbable. También está la externalización de contenidos a precios competitivos, una vía de negocio que ahora exploran las productoras privadas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios