«Diputado, tengo una pregunta para usted»

El aburrimiento, la desconfianza y el enfado que supuestamente expresaban los jóvenes guipuzcoanos al mencionarles la palabra política, según los resultados del último estudio encargado por la Diputación de Gipuzkoa, cayeron ayer en saco roto. Los 300 jóvenes, de entre 16 y 18 años, que bombardearon ayer a preguntas y propuestas al diputado foral de Gipuzkoa, Markel Olano, se mostraron activos y nada indiferentes. Evidenciaron que se interesan por conocer lo que hacen y dejan de hacer los políticos, tienen una opinión respecto de la actividad y se muestran participativos. Otra cosa es valorar los asuntos que les preocupan y dejan de preocupar. El deseo de independencia, la defensa del derecho a decidir y el cuestionamiento del sistema salieron a relucir una y otra vez en las casi cuatro horas de charla. Se echó en falta otras preocupaciones.

Su insistencia causó sorpresa hasta a los propios responsables forales -habían recibido las aportaciones de las ikastolas la víspera por la tarde-. «Son los resultados de un trabajo previo que han hecho en clase», argumentaban. Los alumnos participantes ayer cursan ciclo de bachiller en diferentes ikastolas y centros concertados (Andoaingo Aita Larramendi, Axular Ikastola de San Sebastián, Ekintza, Instituto Usandizaga, Lasarte Usurbil institutoa y Zumaiako Herri Eskola). No había representación de colegios privados. El acto se desarrolló íntegramente en euskera.

Ante cuestiones como el independentismo, el sentimiento patriótico, el terrorismo y las ilegalizaciones la temperatura del auditoría subió. Hubo alumnos que defendieron que el PNV gobierne ahora en Euskadi por ser el partido más votado y que lo mejor sería «quitar» a Patxi López; quien echó en falta una mayor contundencia de la clase política al denunciar las últimas detenciones de miembros de Segi y los que apostaron por decidir «si queremos monarquía o no».

Legalización de la marihuana

Los jóvenes defendieron la necesidad de buscar una solución dialogada entre todas las fuerzas políticas y mostraron su convicción de que el problema político vasco «va más allá de la violencia». También consideran necesario que la sociedad y las instituciones ayuden y protejan a las víctimas, y por pedir, que la selección vasca de fútbol adquiera la oficialidad y pueda competir a nivel internacional.

Los jóvenes apenas se preguntaron por su futuro. Unas pinceladas para abordar la crisis económica, para pedir gaztetxes en los barrios, solicitar a Olano que no se cobre peaje en la A-8, una petición para que las horas lectivas de clase se traduzcan en una pequeña compensación económica que les permita tener cierta independencia y poco más. Nada de vivienda y paro, por ejemplo. Quizás como valoró después el diputado a los jóvenes «les interesan más las cuestiones del día a día».

Sí se interesaron por lo que cobra mensualmente el diputado de Gipuzkoa. Y él respondió sin tapujos. Recibe 4.400 euros, de los que 1.000 cede a una asociación caritativa. Como lo oyen. Olano entrega casi un 25% de su sueldo. Normal que a muchos jóvenes se les pusieron los ojos como platos.

El acto se cerró con una votación virtual. ¿Cuáles fueron sus peticiones? Que los ciudadanos puedan participar más en la toma de decisiones en acuerdo con los políticos, que puedan conducir y votar desde los 16 años. ¿Y la reivindicación? Ganó por goleada la petición para que se legalice la marihuana por delante de la independencia o la igualdad entre hombres y mujeres.