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JOSÉ JAVIER ESPARZA
Lunes, 26 de octubre 2009, 03:35
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Lo ha dicho Mercedes Milá en una entrevista: «Mis detractores son fachas. Y como yo soy la antifacha -continúa doña Tolerancia-, pues me encanta». Un servidor, que ha criticado por activa y pasiva a Mercedes Milá por 'Gran hermano' (no así, o no siempre, por 'Diario de.'), debe de entrar en la nómina de 'fachas'. Dado que ya me ha llamado 'facha' hasta el 'sursum corda', no es algo que a estas alturas me vaya a conmover. Pero, curiosamente, a quien ha conmovido el último 'mercedesmilazo' es a sus críticos de izquierdas, que también son legión.
En efecto, ¿y si Mercedes Milá tuviera razón? ¿Y si el proyecto cultural de la izquierda española hubiera terminado reduciéndose a eso, a 'Gran hermano', o a la 'telesardá', o a Francino y Barceló recompensando a Jorge Javier Vázquez con un premio (¿por su contribución a la cultura?), como vimos en los Ondas? Uno casi se siente tentado de echar de menos a Jorge Semprún.Seguramente mucha gente de izquierda se escandalizará por esto, pero que reflexione un poco: cuando tantas figurillas de la izquierda cultural pueden dedicarse a vaciar basureros sobre el público, es que el progresismo español merecería, cuando menos, una revisión a fondo.
¿Qué puede llevar a Milá o a Vázquez a envolverse en la bandera del progreso para justificar el tipo de televisión que hacen? ¿Qué significan para esta gente las palabras 'izquierda' o 'progresismo'? Me gustaría que alguien de esa orilla me diera una respuesta. Mientras tanto, a la imprecación de Milá, yo, que soy de derechas de toda la vida, contestaré lo de Felipe: «constato que no me afecta».
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