Borrar
Las 10 noticias clave de la jornada
Una furgoneta bomba deja 64 heridos leves tras estallar en una casa cuartel de Burgos
atentado terrorista

Una furgoneta bomba deja 64 heridos leves tras estallar en una casa cuartel de Burgos

La deflagración de unos 200 kilos de explosivos provoca un cráter en el suelo y deja 46 heridos leves

REDACCIÓN

Jueves, 30 de julio 2009, 21:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Una furgoneta bomba de ETA con 200 kilos de explosivos ha estallado sin aviso previo en torno a las cuatro de la madrugada junto a la casa cuartel de la Guardia Civil en Burgos, situado entre la calle Jérez y la avenida Cantabria, en un atentado "horrendo" con el que "ETA buscaba una matanza", según ha lamentado el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Alrededor de 60 personas han resultado heridos de carácter leve en la deflagración, entre ellas dos mujeres embarazadas y seis niños. Más de la mitad han precisado ser atendidos en el hospital General Yagüe de la capital burgalesa, aunque todos han regresado ya a sus casas, según ha explicado Rubalcaba en la rueda de prensa ofrecida en el lugar de los hechos.

Tras presentar sus condolencias a las familias afectadas por la explosión, el titular de Interior ha condenado el "carácter especialmente canalla" del atentado, ya que en el edificio vivían 120 personas de las que 41 eran niños y ha destacado que los terroristas "no sólo iban a por los guardias civiles, sino a por sus familias". "Hoy sabemos que los terroristas son asesinos salvajes y enloquecidos", ha remachado. Rubalcaba ha agradecido la colaboración de las Fuerzas de Seguridad y del gobierno regional y ha apostado por la "unidad democrática para acabar con ETA".

La explosión se ha desencadenado en la parte trasera del edificio provocando graves daños materiales en el edificio de la Benemérita, así como en las casas colindantes. Hasta el lugar del siniestro se han desplazado miembros del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil, y la Policía Local, que han acordonado la zona hasta una distancia de unos doscientos metros y han evacuado a un total de 118 personas.

A pesar de que no habido víctimas mortales, los primeros indicios apuntan a que ETA buscaba una matanza. Fuentes de la investigación han apuntado que el explosivo utilizado habria sido probablemente amonitol, una carga de efecto devastador utilizada por ETA en al menos cuatro ocasiones desde 2008. La deflagración ha dejado un enorme cráter de siete por dos metros y ha dañado hasta siete de las catorce plantas de la casa cuartel, lo que da una idea de la potencia del artefacto. Las mismas fuentes han considerado "un auténtico milagro" la ausencia víctimas mortales y han destacado que la furgoneta estaba estacionada en un aparcamiento abierto, "sin reflejos de onda", que pueden amplificar el efecto destructor de la explosión.

La Guardia Civil está trabajando para tratar de determinar el origen de la furgoneta bomba, una Mercedes Vito de color blanco, que llevaba placas de matrícula españolas correspondientes al vehículo de un vecino de una localidad de Burgos, pero no se descarta que proceda de Francia. Las fuerzas de seguridad estaban en alerta desde hace algunas semanas ante el temor de que ETA intentara cometer un atentado con una furgoneta bomba. Estos datos se habían obtenido en investigaciones realizadas en Francia e incluso se buscaban tres furgonetas sospechosas, aunque no corresponde con ninguna de las tres investigadas.

Tres terroristas, según las grabaciones

Los terroristas que conducían la furgoneta-bomba se vieron obligados a dar "varias vueltas" por la zona para encontrar un aparcamiento idóneo para cometer el atentado. Así lo han confirmado fuentes de la investigación, que han explicado que en los vídeos de las cámaras de seguridad que vigilan el perímetro del cuartel puede verse cómo la furgoneta da "varias vueltas" antes de ser estacionada a menos de una veintena de metros de la fachada trasera del acuartelamiento. Los etarras consiguieron aparcar el vehículo -una Mercedes Vito- pasadas las 2 de la tarde de ayer, lo que implica que la furgoneta estuvo casi catorce horas estacionada frente a la Casa Cuartel hasta que explotó minutos después de las 4 de la madrugada.

Los investigadores creen, además, que en el atentado intervinieron como mínimo tres miembros de ETA, los dos que aparecen en las imágenes y un tercero que se encargaría de recoger a sus compañeros en otro coche para darse a la fuga. Este segundo vehículo, además, podría haber servido de lanzadera, circulando delante de la furgoneta Mercedes Vito durante el traslado de los explosivos para advertir a sus ocupantes de la posible presencia de controles policiales.

Las cámaras de seguridad del cuartel captaron a las 14:15 horas de ayer la llegada de la furgoneta que fue aparcada a unos treinta metros de distancia de los inmuebles ocupados por las familias de los guardias civiles. Las imágenes permiten ver a los dos individuos que se apean y se marchan caminando hasta que salen fuera del campo de visión de las cámaras de seguridad. El vehículo quedó estacionado en un descampado situado en la parte trasera de la Comandancia, en un lateral de la calle Jerez, que suele ser utilizado por muchos vecinos, incluidos algunos guardias civiles, para dejar sus automóviles. La bomba que había en el interior de la furgoneta quedó activada con un temporizador programado para provocar la explosión catorce horas más tarde.

"Pretendían hacer el mayor daño posible"

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, ha señalado que la deflagración ha afectado a las 14 plantas del edificio, sobre todo los primeros pisos, que han quedado destrozados por completo. "Todavía no se puede determinar qué tipo de vehículo es, porque esta completamente destrozado y sus restos están calcinados", ha explicado Alejo, que ha señalado en el lugar de los hechos que no se recibieron avisos sobre la existencia del artefacto. "Pretendían hacer el mayor daño posible", ha aseverado.

Alejo ha confirmado asimismo que hay alrededor de una treintena de heridos de carácter leve, entre los que se encuentran varios niños y ha señalado que en las próximas horas se pondrá en marcha una oficina para atender a todos los afectados. Hasta la zona se han desplazado también el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio.

Más de un centenar de desalojados

Vecinos de la casa cuartel han lamentado los grandes daños que han sufrido sus casas y han opinado que se ha evitado mayor número de afectados porque muchas personas están de vacaciones. Un joven de unos 14 años, hijo de un guardia civil, ha relatado cómo se despertó al escuchar un "fuerte golpe". El joven, según ha explicado, se ha bajado de la cama y, al poner los pues en el suelo, ha visto que faltaba parte de un muro del edificio y parte del suelo, por lo que se ha palpado pensando que le había pasado algo. Afortunadamente, sólo ha sufrido un arañazo en la cara, ha podido salir por su propio pie, y ha pedido un móvil a un periodista que estaba en la zona para llamar a sus familiares.

La Avenida de Cantabria, donde se produjo la explosión, en concreto en la parte trasera de la casa cuartel destinada a residencia que da a la calle Jerez, ha sido escenario de niños llorando debido al susto y otras expresiones de pánico. Los vecinos del número 85 de la Avenida de Cantabria han sido desalojados de sus viviendas, aunque algunos de ellos ya habían bajado antes a la calle ante el temor de que el edificio pudiera sufrir algún daño importante por los desperfectos en la fachada.

Desde la calle se puede ver el interior de muchas de las casas, entre ellas un salón y una habitación infantil de un piso cuyos habitantes se encontraban fuera, de vacaciones. En el lugar del suceso, un equipo de bomberos de Burgos ha estado retirando alguna partes de fachada y sobre todo ventanales para evitar el riesgo de que caigan a la calle, que continúa acordonada.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios