Batería: 150 aniversario

En 1859 el físico francés Gastón Planté construyó el primer acumulador de electricidad útil. Previamente, en 1803, Johann Wilhelm Ritte, alemán, había desarrollado un acumulador experimental sin aplicaciones prácticas.

La batería de Planté constaba de dos placas de plomo sumergidas en un líquido con un 10% de ácido sulfúrico. Unos meses después presentó un modelo formado por varios acumuladores puestos unos al lado de otro (en batería). Sorprende lo enormemente similar que es a las que hoy se utilizan en los automóviles. Lo que nos hace pensar en lo escasos que han sido los avances en este campo y el margen de mejora que nos permite.

El mayor salto en el campo de las baterías ocurrió en 1991 al comercializarse la primera de iones de litio que por su poco peso eran ideales para los equipos electrónicos portátiles. Hoy por hoy son las baterías que acumulan más energía por kilogramo de peso y son las que se usan en los teléfonos móviles, agendas electrónicas, ordenadores portátiles... y en los nuevos coches eléctricos.

En 2006 se produjo un hecho importante en el campo de los automóviles eléctricos. Se empezó a fabricar en serie el coche Tesla Roadster. Coches eléctricos siempre había habido, aunque su fama era muy mala debido a que eran lentos, las baterías daban para menos de cien kilómetros y tardaban muchas horas en cargarse. Veamos algunos datos del Roadster. De 0 a 100 km/h en 3,9 segundos. Velocidad sostenible: 210 km/h. Autonomía: 400 km. Carga completa en: 8 horas. La clave de este coche es que utiliza baterías estándares de iones de litio.

En 2010 habrá otro hito. Sale a la venta un coche familiar eléctrico. Tarda 5,6 segundos en pasar de 0 a 100 km/h, su autonomía ha aumentado a 500 km y la batería se carga en 45 minutos. Su precio, aún siendo caro, se acerca al de un coche convencional. Su consumo de electricidad es el equivalente a 1,8 litros de gasolina cada 100 km.

Se ha hablado mucho de los coches de hidrógeno y relativamente poco de los coches totalmente eléctricos. El hidrógeno es difícil de manejar y presenta problemas de seguridad bastante serios. Por otra parte, en el coche de hidrógeno hay muchos pasos intermedios en los que se pierde energía. ¿Por qué no ir directamente al coche todo eléctrico? En el plazo de uno o dos años habrá baterías con el doble de carga por kilo que las actuales y que tardarán en cargarse unos 10 minutos. Casi todas las pegas del coche eléctrico habrán sido superadas. Quedan dos problemas: el precio de las baterías y su poca duración. Creo que merece la pena dedicar dinero a solventarlos. No me cabe ninguna duda de que el futuro del transporte pasa por vehículos totalmente eléctricos.