PNV y PP elevan la tensión en Álava

DV. Las espadas están en alto entre el PNV y el PP con el gobierno de la Diputación de Álava como telón de fondo. El último rifirrafe entre ambas formaciones se inició el martes con las acusaciones lanzadas por el diputado general, Xabier Agirre, sobre la gestión de Ramón Rabanera al frente del ente foral. El dirigente jeltzale abandonó su acostumbrado tono sosegado y discreto y, en rueda de prensa tras el Consejo de Diputados, salió al paso de lo que consideró «campaña de descrédito» del PP, y le lanzó dos graves imputaciones: el presunto uso de coches oficiales para vacaciones y la ocultación por parte del anterior Ejecutivo foral de un millón de euros.

En relación al primer asunto, Agirre aseguró que «un diputado foral del PP en la anterior legislatura realizó en Navidades dos viajes a los Alpes, a Suiza, junto a su familia para esquiar, y para ello utilizó una furgoneta Vito de la Diputación, como no con chófer». Añadió que «otro ex diputado utilizó durante más de un mes el vehículo más nuevo del parque móvil y recorrió 3.000 kilómetros para su uso personal en vacaciones de verano». No quiso desvelar sus identidades, ya que «se dice el pecado, pero no el pecador».

A continuación desgranó la segunda imputación, que consideró «más grave». Aseguró que el anterior gobierno foral ocultó al Consejo Vasco de Finanzas «la recaudación de un millón de euros por un bien recibido de una deuda tributaria, que evitó que el Gobierno Vasco y los municipios alaveses entraran en el reparto».

«Arcas arrasadas»

También acusó al PP de «dejar arrasadas las arcas forales» y puso como ejemplo el incremento de la deuda cuando gobernaban los populares», que pasó de 83 millones de euros a 270 millones. Asimismo, responsabilizó al PP de los desfases económicos en la construcción de la AP-1 entre Vitoria y Eibar que, presupuestada inicialmente en 122 millones de euros, finalizó con un sobrecoste de 182 millones «a los que habría que sumar otros 42 millones que reclaman los contratistas».

Agirre replicaba con estas cifras al presidente del PP alavés, Alfonso Alonso, y al secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, quienes denunciaron la semana pasada la «ineficacia» del tripartito foral y el riesgo de que la Diputación entre en «quiebra técnica».

«No tengo ningún miedo a perder el sillón», les respondió Agirre. A Oyarzábal, a quien tachó como «la perla de las perlas», le espetó que es un «perfecto irresponsable» porque genera una «alarma social absolutamente falsa» cuando afirma que la Diputación está en «quiebra técnica».

La respuesta a Agirre no se hizo esperar. El secretario general del PP alavés, Javier de Andrés, y el presidente de las Juntas de Álava, José Antonio Zárate, en su calidad de ex diputado de Hacienda, comparecieron ayer ante la prensa para negar estas «acusaciones falsas». El primero señaló que la actitud del diputado general da «un nuevo argumento para justificar una moción de censura» y manifestó que su deseo es que Agirre «se dedique en los próximos años a hacer oposición a un gobierno del PP».

Sobre la utilización de vehículos oficiales por parte de dos ex diputados del PP, De Andrés indicó que no da «ninguna credibilidad» a esta acusación ya que «no me consta que sea cierto». En relación con la ocultación de un millón de euros al Consejo Vasco de Finanzas, Zárate aseguró que es el actual Gobierno de la Diputación el que no facilitó la información como le correspondía.