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Eduardo Moreno Bergaretxe.
POLÍTICA

El caso 'Pertur' viaja a Roma

El juez Andreu visita Italia el miércoles para investigar la hipótesis de que la desaparición de Eduardo Moreno pudo ser obra de un grupo neofascista italiano

ALBERTO SURIO

Viernes, 20 de marzo 2009, 16:22

DV. Casi treinta y tres años después, el caso sigue dando vueltas. El magistrado de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, viajará el próximo miércoles 25 a Roma en busca de nuevas pistas que permitan el definitivo esclarecimiento de la desaparición de Eduardo Moreno Bergaretxe. El magistrado, que hace unos meses reabrió esta causa a petición de la familia, quiere tomar declaración a dos neofascistas italianos -Pier Luigi Concuttelli y Angello Izzo- y a un testigo protegido que podrían aportar datos nuevos sobre esta desaparición, el 23 de julio de 1976, en San Juan de Luz. Hasta ahora, la tesis manejada como la más solvente es que fue el sector de los de ETA el responsable de su desaparición.

Pero el magistrado quiere investigar también otra línea de hipótesis en relación con la autoría y ha pedido una comisión rogatoria para analizar en Italia la credibilidad de las conexiones entre grupos de la extrema derecha italiana con los aparatos policiales y de los servicios de información españoles heredados del franquismo.

La desaparición de dirigente de ETA político-militar y teórico de la línea que propugnaba ya una estrategia más política que después desembocaría en el abandono de las armas, sigue siendo un misterio. La primera tesis, sostenida históricamente por la familia e instalada con gran fuerza en la opinión pública, acusa a los -el sector más duro- de ETA de ser los responsables de su secuestro y desaparición, en el marco de las disidencias que habían comenzado a aflorar en el seno de la organización en un contexto histórico muy convulso a comienzos de la transición.

La segunda posibilidad es que detrás de la desaparición de estuvo un grupo de neofascistas italianos que trabajó en coordinación con los servicios de información y la Policía española de 1976. La teoría fue defendida como una hipótesis fiable en el documental escrito y dirigido por el cineasta Ángel Amigo «El año de todos los demonios» y que fue presentado a la última edición del Festival de Cine de San Sebastián.

Andreu tiene previsto tomar declaración a dos de los ultraderechistas italianos -Concuttelli e Izzo- cuyo testimonio ya figura en un sumario abierto por el juez italiano Giovanni Salvi en los años 80, en el que ambos hablaban de sus actividades durante varios años y citaban el secuestro de un etarra. Aquella investigación del juez Salvi no salió entonces adelante por falta de respuesta de la Audiencia Nacional.

La metralleta 'Ingram'

Concutelli había sido condenado en 1977 por asesinar a un juez meses después de la desaparición de El sumario revela que en su casa se le encontró una metralleta de la marca que había sido comprada por la Policía española, según el albarán entregado a la Justicia italiana, que consiguió el dato al disponer de la numeración del arma. La fábrica de armas norteamericana informó además que la metralleta había sido comprada por el comisario Mariano Conesa, un mando policial muy conocido en los últimos años del franquismo.

Respecto a Izzo, condenado por el asesinato de una chica en una fiesta, el juez Salvi apreció que en aquel momento, antes de una posterior fuga de la cárcel, su testimonio en relación con las conexiones en España era fiable. Izzo declaró en 1984 que Concuttelli y otro ultraderechista llamado Augustu Cauchi realizaron acciones contra miembros de ETA armados y documentados por la Policía española. Según su declaración, Concuttelli le habló en la cárcel del secuestro de un etarra, cuyo nombre no citó, al que narcotizaron y trasladaron a España para interrogarle. De acuerdo con esta versión, no fue entregado directamente a la Policía española, sino a un grupo que trabajaba a su servicio. El sumario sostenía que Concutteli le dijo a Izzo que él mismo le secuestró, pero que no quiso torturarlo, porque «no le gustaba», y que por eso se lo pasó al supuesto colaborador de la Policía española que había trabajado con anterioridad para la CIA, que le torturaría y le haría 'desaparecer'.

El juez Andreu tiene también previsto tomar declaración a Sergio Calore, otro neofascista de la época, después arrepentido, cuyo testimonio fue decisivo para la desarticulación de este grupo ultra. Calore ha cambiado de identidad y es en la actualidad un testigo protegido de la Justicia italiana.

Andreu también ha tomado ya declaración a antiguos dirigentes de ETA p-m, así como al entonces miembro de los , Eugenio Etxebeste, que acusó a los servicios de inteligencia españoles de asesinar a Por contra, Juan José Gurrutxaga, sucesor de Moreno en ETA p-m y la que fuera compañera sentimental de Lourdes Auzmendi, responsabilizaron a los en sus comparecencias ante Andreu. fue visto por última vez el día de su desaparición en San Juan de Luz en compañía de y entonces responsables de los comandos .

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