La nueva sede de la Fundación Sancho el Sabio se inaugurará la primera quincena de mayo

DV. Desde su nacimiento en 1964, la Fundación Sancho el Sabio ha albergado fondos bibliográficos patrimoniales del País Vasco de los siglos XIV al XXI, convirtiéndose en el archivo de documentación de la cultura vasca más importante del mundo.

Los libros, revistas, incunables, manuscritos, folletos y materiales gráficos que hasta el pasado mes de noviembre descansaban el en palacio de Elvira Zulueta (Paseo de la Senda, 2) pronto tendrán una nueva ubicación, ya que las obras de rehabilitación para convertir el antiguo cementerio anexo al convento de las Carmelitas de Betoño en su nueva sede ya han finalizado.

El lunes comenzará el traslado de los fondos a este edificio y se espera que la inauguración oficial tenga lugar la primera quincena de mayo. Modernidad y pasado se mezclan en la nueva sede, diseñada por los arquitectos locales Roberto Ercilla y Miguel Ángel Campo, que llega después de 20 meses de trabajo y con un presupuesto de 3,9 millones de euros.

Una urna de cristal envuelve a la antigua edificación, una capilla neogótica donde las monjas daban sepultura a las hermanas fallecidas. El resultado es un luminoso edificio de 2.590 metros cuadrados de dos plantas: el acceso principal y el sótano, donde se atesorarán los fondos. Los almacenes de documentos han recibido un tratamiento especial de climatización y ventilación de altas prestaciones y protección contra incendios, lo que convierte a esta construcción en idónea.

Los valiosos fondos estarán a 50% de humedad y ente 18-20 grados de temperatura, y existe una zona para materiales óptimos y fotográficos con un microclima especial.

Actividades culturales

Además, tal y como apuntó ayer el presidente de Caja Vital, Gregorio Rojo, en esta nueva sede, la Fundación además de mantener el «espíritu investigador y de recopilación de fondos documentales vascos que nos han dado fama en medio mundo», también se abrirá a la sociedad con una apuesta clara por acercar la cultura a la población dándole otros usos. En esta línea, se organizarán visitas guiadas un día a la semana para que todo aquel que quiera acceder al edificio pueda conocerlo.

Otro de los retos que sus responsables se han propuesto es abrir la institución hacia las zonas de educación media, como pueden ser los colegios o el bachiller, ya que según Carmen Gómez, directora técnica de la fundación, sus estudiantes conforman la «cantera de la investigación de mañana». Su uso como biblioteca o hemeroteca, la realización de exposiciones, mesas redondas, salas de conferencias o de lectura de tesis son otras de las ideas que en un futuro tomarán cuerpo.