Yo también estoy harto

Soy un ciudadano jubilado y me gusta pasear y estoy indignado por el uso de las bicis en la ciudad de forma indisciplinada, por lo que me dirijo a Elena Jiménez Muñoz para decirle que yo también estoy harto: harto de andar por las aceras de la calle Matía (sobre todo en época estudiantil) y que los ciclistas me toquen el timbre para que les deje pasar. Harto de que cuando cruzo el semáforo entre Satrústegui y los jardines de Ondarreta, los ciclistas, que bajan por el bidegorri desde el túnel, me toquen el timbre para que les deje pasar porque si no me pueden atropellar. Harto de que muchas veces en el paseo de la Contxa, entre el túnel y la Perla, me encuentre con ciclistas que quieren ver el panorama de la playa y van por el paseo sin apearse de la bici (como mandan las ordenanzas) y me insulten si les señalo que existe un bidegorri. Harto de que cuando cruzo desde el Café de La Perla a la parada del autobús, los ciclistas me toquen el timbre porque van a más de 5 km/h y me pueden atropellar y además tengo dificultades para pasar porque las motos no dejan ni siquiera un pequeño paso. Harto de que cuando camino desde la barandilla al paso de peatones, a la altura del Hotel de Londres, los ciclistas me toquen el timbre porque ellos consideran que tienen preferencia. Y finalmente estoy harto de que exista un bidegorri en mitad del espacio peatonal entre la Contxa hasta el Bulevar.