Las inquietudes del diputado Buen (II)

Señor Buen: si usted quiere que hagamos una valoración conjunta (y positiva) de la apuesta estatutaria, me apunto. Si usted me propone escribir conjuntamente un artículo sobre los avances de la sociedad vasca producidos gracias al Estatuto de Gernika, cuente conmigo. Pero no se trata de eso. En mi carta anterior trataba de mirar al presente y al futuro, no de repasar el pasado.

A los ciudadanos vascos nos interesa mucho saber qué es lo que su partido va a hacer para cumplir la ley, el Estatuto. Y a muchos ciudadanos vascos nos irrita mucho que sean ustedes, precisamente ustedes que hablan del Estatuto como panacea, los que sean los auténticos protagonistas de este desfalco-fraude económico y político. ¿Me puede explicar por qué los gobiernos de Zapatero son los únicos, sí, los únicos que no han transferido ninguna competencia?

A mí, como a muchos, no me vale que trate usted de minimizar la importancia cuantitativa de las transferencias pendientes. Es más, me parece patético su intento de reducir al dos por ciento el montante de todo lo que queda por transferir. Primero, porque no es verdad; segundo, porque supongan cuantitativamente lo que supongan, son instrumentos que legalmente nos corresponden para avanzar en el bienestar de nuestros conciudadanos. Ni más, ni menos.

Termino haciéndole una pregunta que espero me responda de manera nítida. Dice usted que las transferencias pendientes sólo pueden ser objeto de un acuerdo entre las partes. Pues bien, ¿de qué parte está usted? ¿de parte de los que reclamamos las transferencias o de parte de los que, como la flamante ministra Garmendia, dicen que no nos convienen?

Déjese de retóricas baratas y díganos de una vez qué opina de los centenares de millones de euros que nos cuesta a los vascos la cerrazón antiestatutaria del presidente Zapatero. Y fíjese más en la actitud actual del socialismo catalán que ha dicho ¡basta! a su propio partido.