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POLÍTICA

Hallada una bomba trampa contra los artificieros que se activa con célula fotoeléctrica

El comando Bizkaia tenía oculto este nuevo artefacto en un zulo de La Rioja. La organización utilizó este sistema para atentar contra Carlos Herrera

PPLL

Viernes, 1 de agosto 2008, 04:14

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ETA ha diseñado una bomba trampa que se activa mediante una célula fotoeléctrica y que está pensada para «atrapar» a los artificieros. El artefacto ha sido bautizado por la organización terrorista como «Tártalo», el personaje de la mitología vasca de un solo ojo equivalente al cíclope griego.

El Departamento de Interior del Gobierno Vasco emitió el martes una alerta dirigida a los ertzainas en la que se advierte de la posibilidad de que ETA vaya a perpetrar un atentado contra los policías autonómicos empleando bombas activadas mediante células fotoeléctricas. La alarma está justificada porque en el zulo que el comando Bizkaia tenía en la localidad riojana de Manzanares se ha encontrado una de estas células denominada LDR.

La organización terrorista ha utilizado en algunas ocasiones anteriores este tipo de mecanismos en sus bombas. La célula fotoeléctrica provoca que el artefacto estalle en el momento en que recibe la luz. La bomba oculta en un paquete de puros que recibió el periodista Carlos Herrera el 27 de marzo de 2000 tenía una de estas células para que la explosión se produjera en el momento en que se abriera la caja, aunque en esa ocasión la bomba no llegó a activarse.

En otras ocasiones las bombas con sistemas de activación fotoeléctrico han tenido efectos mortales, como el artefacto que costó la vida a dos artificieros en Madrid, el 12 de junio de 1991, o el que mató a un agente de la Guardia Civil en Llia de Munt (Barcelona) el 18 de marzo de 1992.

En los papeles

Documentos incautados a ETA hace unos meses explican la forma de preparar una olla bomba «Tártalo», que tiene como objetivo «engañar y atrapar a los artificieros», según las indicaciones de la organización terrorista.

«Queremos hacer pensar que el artefacto ha fallado, desactivar el temporizador que hay en el exterior y a ver si abren la olla. Si la abren el petardo estallará y si no se fían, también estallará activado por el reloj que hay dentro, una vez haya transcurrido el tiempo que nosotros hayamos decidido», afirman los documentos intervenidos.

Las explicaciones enviadas a los comandos recomiendan utilizar un temporizador «que parezca estropeado para dar confianza a los txakurras» (policías). Ese temporizador estropeado debe estar a la vista y conectado a cables que penetran dentro de la olla cargada de explosivos, pero sin conexión real con la carga explosiva.

El verdadero mecanismo de activación de la bomba es lo que ETA llama un «sistema Tártalo», la célula fotoeléctrica, que está oculto dentro de la olla y que debe provocar la explosión cuando los artificieros abran la tapa de la olla para neutralizar el artefacto.

Además, la dirección etarra recomienda a sus comandos dificultar el trabajo de los artificieros y el empleo de robot mediante la colocación de la bomba en una ventana alta. Esto es precisamente lo que se hizo en el atentado cometido el pasado 23 de febrero en un repetidor del monte Arnotegi de Bilbao. Los terroristas situaron la bomba en una ventana de manera que los tedax de la Ertzaintza tuvieran dificultades para manipularla. El artefacto estalló cuando el robot intentó mover la bomba para bajarla al suelo. VASCO PRESS

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