Borrar
Las 10 noticias clave de la jornada
Juan José Ibarretxe y los periodistas que le entrevistaron, poco antes de comenzar el programa . [ETB]
Ibarretxe emplaza a Zapatero a negociar el acuerdo sobre el derecho a decidir
POLÍTICA

Ibarretxe emplaza a Zapatero a negociar el acuerdo sobre el derecho a decidir

El lehendakari traslada al presidente un plan que pivota en el proceso de Loiola para activar un diálogo político entre todos los partidosAsegura que la consulta que prevé en octubre es «legítima y legal»

ALBERTO SURIO

Viernes, 9 de mayo 2008, 14:24

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

SAN SEBASTIÁN. DV. El lehendakari Juan José Ibarretxe emplazó ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a negociar antes del 27 de junio un acuerdo político sobre el derecho a decidir de la sociedad vasca y su incorporación al ordenamiento jurídico. La oferta se realiza en vísperas de la visita de Zapatero a Euskadi, a la Fiesta de la Rosa que este domingo celebran en el BEC de Barakaldo los socialistas vascos.

Mediante una entrevista ofrecida a la radiotelevisión pública vasca, Ibarretxe formuló una propuesta concreta para negociar con Zapatero un acuerdo político inspirado en las bases de las conversaciones mantenidas en el santuario de Loiola por representantes de PNV, PSE y Batasuna en otoño de 2006 en el contexto del alto el fuego permanente de ETA. El lehendakari propone al presidente del Gobierno que en este nuevo acuerdo - «abierto a la negociación», matizó- se incorpore un compromiso entre ambos para liderar el proceso de paz y normalización. En primer lugar, para proceder al final dialogado de la violencia si se dieran las condiciones inequívocas en ETA de querer abandonar las armas. La segunda, entre todos los partidos, sin exclusiones, para negociar un nuevo marco político y en el plazo de dos años, someterlo a referéndum en ausencia de violencia. «No estoy dispuesto a aceptar que lo que Zapatero estuvo dispuesto a hablar y firmar con ETA y Batasuna en Loiola, no lo acepte, hable y firme con el lehendakari y las instituciones vascas», señaló Ibarretxe. Lo contrario, a su juicio, sería «entregar a ETA el protagonismo y el timón de la política vasca», manifestó.

Ibarretxe reiteró en la entrevista su voluntad de llevar el acuerdo sobre ambas claves «el principio ético y el principio democrático» al Pleno del Parlamento Vasco el 27 de junio para su ratificación y confío en que ninguna formación política -ni PSE ni EHAK ni PP- se opongan a la iniciativa. Según recalcó, si la Cámara legislativa vasca diera el visto bueno, tanto él como el presidente del Gobierno convocarían conjuntamente una consulta popular el 25 de octubre para su aval en la sociedad vasca. En su opinión, esta convocatoria es perfectamente «legal y legítima» y consideró que son «mentiras» los argumentos que asocian la pregunta a un proceso secesionista o hacia la independencia. «Tenemos capacidad para preguntar a la sociedad vasca», destacó, «lo que ocurre es que hay miedo a lo que se conteste».

Las bases de Loiola

La oferta del lehendakari, recogida en un documento de trabajo enviado en las últimas horas a la Presidencia del Gobierno, se sustenta procedimentalmente en la hoja de ruta planteada en el Parlamento Vasco el pasado septiembre y en el modelo desarrollado en las conversaciones de Loiola en otoño de 2006, que se plasmó en un preacuerdo fraguado entre representanets del PNV, PSE y Batasuna. Aquel documento de trabajo abogaba por sendas reformas del Estatuto de Gernika y del Amejoramiento foral de Navarra en sendas mesas de diálogo en ausencia de violencia para incorporar la capacidad de decisión a partir del reconocimiento del actual ordenamiento jurídico-político.

El preacuerdo - finalmente rechazado por Batasuna- reconocía la «identidad nacional del Pueblo Vasco», consideraba que Euskal Herria era «una realidad conformada por vínculos sociales, lingüísticos, históricos, económicos y culturales» y manifestaba que «las decisiones sobre su futuro político que adoptase libre y democráticamente la ciudadanía vasca serían respetadas por las instituciones del Estado». Dichas decisiones, según aquel borrador, se adoptarían en ausencia de cualquier tipo de violencia y coacción «siguiendo las normas y procedimientos legales y respetando los métodos democráticos, y los derechos y libertades de los ciudadanos».

«La hoja de ruta está absolutamente abierta a la negociación y la flexibilidad será cuando estemos sentados en una mesa», indicó también el lehendakari, convencido de que la fecha de su entrevista con el presidente del Gobierno se ha concretado una vez que ha enviado una propuesta por escrito al presidente y ha trascendido públicamente. «Estamos dispuestos a hacer movimientos pero encontramos un muro contra el diálogo», reiteró.

Final dialogado

En su propuesta, Ibarretxe ofrece a Zapatero realizar una declaración conjunta que exija a ETA el cese de la violencia para la puesta en marcha de un final dialogado si se dieran las condiciones establecidas en el acuerdo del Congreso de los Diputados de mayo de 2005 que posibilitó las conversaciones con el Gobierno si se acreditaban las señales inequívocas de la organización terrorista de querer dejar las armas.

El segundo pilar que sustenta la oferta es un compromiso para abrir un proceso de diálogo político entre todos los partidos, incluida la izquierda abertzale, para alcanzar en el plazo de dos años un nuevo acuerdo político de convivencia que sería sancionado en un referéndum por la ciudadanía vasca en un escenario en ausencia de violencia. Este emplazamiento al pacto ya formó parte en esencia de la hoja de ruta anunciada por el lehendakari el pasado septiembre en el Parlamento.

Con este anuncio, Ibarretxe pretende que Zapatero se retrate sin dilación y muestre si tiene o no voluntad política para plantar las bases de un nuevo acuerdo de convivencia en el País Vasco. Ante el posible emplazamiento del presidente de buscar primero un consenso interno en Euskadi, Ibarretxe se mostró tajante y destacó que su hoja de ruta «es un acuerdo de vascos» como lo fue el nuevo Estatuto político aprobado por mayoría absoluta por el Parlamento Vasco, y cuya admisión a trámite fue rechazada en 2005 por el Congreso de los Diputados, según aseguró, «con un portazo». En ese sentido, recordó el «cepillado» al que fue sometido el proyecto de Estatut catalán para denunciar la falta de voluntad negociadora del Ejecutivo central.

Aunque el lehendakari mostró también su deseo de agotar la legislatura, no descartó un adelanto de las elecciones autonómicas si su proyecto no obtiene la mayoría en el Parlamento. En cualquier caso, Ibarretxe manifestó su agradecimiento al PNV, EA y Ezker Batua por brindar su respaldo a su estrategia y aseguró que cuenta con la fórmula del tripartito para el futuro.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios