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Desde 1992, Michelin ha invertido 15 millones de dólares para destruir al hongo que ataca al caucho. [E. C.]
Michelin apuesta por Brasil para salvar la producción masiva de caucho
ECONOMÍA

Michelin apuesta por Brasil para salvar la producción masiva de caucho

En 2020 la compañía habrá invertido 25 millones de dólares en un proyecto que pretende recoger 3.500 toneladas de caucho y crear 1.100 puestos de trabajo

MARÍA JESÚS BENEIT ENVIADA ESPECIAL

Jueves, 24 de abril 2008, 12:05

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brasil. DV. El hongo amazónico Microcyclus-ulei, que ataca la hevea (el árbol del caucho), ha alejado a Brasil de ser el primer productor mundial de látex, dejándolo con sólo un 1% del total. Además, la enfermedad de la hevea podría suponer un fuerte impacto sobre la economía mundial si Michelin no hubiera hallado la solución antes de que el hongo transmisor llegue, que llegará, a los árboles del sureste asiático, de los que sale el 95% del caucho natural que se comercializa en el planeta.

El impacto social y económico que produciría la escasez de un producto básico no solo para el sector del neumático, ha llevado al fabricante francés a asumir la búsqueda de soluciones, puesto que nadie más lo hace. Por eso, desde 1992 ha invertido más de 15 millones de dólares para desarrollar especies cada vez más resistentes a un hongo con gran capacidad de mutación.

El resultado son tres variedades de hevea resistentes al agresivo atacante, que ya se plantan en Bahía y empiezan a producir a partir de 7 años, en lugar de los 10 de las antiguas variedades, cuando el tronco alcanza los 50 centímetros de diámetro. Además, otras 13, tras pasar una estricta cuarentena, se prueban en Asia y Africa para que puedan estar preparadas cuando el hongo salte a esos continentes. Pero el trabajo no cesa, porque los 650.000 cruces realizados con esas heveas han dado 20.000 plantas y 300 nuevas variedades, ya en fase de investigación avanzada.

Para realizar los estudios, Michelin cuenta con 9.000 hectáreas de bosque atlántico en la costa este de Brasil (Ituberá), que compró en 1984 cuando el precio del látex era muy alto. Al atacar el hongo, la empresa francesa se vio obligada a buscar soluciones e ideó un nuevo modelo económico que permite recuperar la producción y mejorar la economía de una de las regiones más deprimidas del país.

Lo puso en marcha hace 4 años, sin olvidar el compromiso social y medioambiental que mantiene con el entorno, al ser el principal empleador en 150 kilómetros a la redonda y disponer de 1.500 hectáreas de Bosque Atlántico, un amenazado ecosistema, que en su día ocupaba el 14% de la superficie de Brasil.

Bautizado como Proyecto Oro Verde Bahía, ese modelo de desarrollo se basa en compartir más de la mitad de la plantación (5.000 hectáreas) con 12 «medio-propietarios», que son trabajadores de la compañía, convertidos en pequeños empresarios y reunidos en una cooperativa. En ese territorio, más las mil hectáreas que la compañía ha dejado como laboratorio, se ha diversificado el cultivo simultaneando banano, cacao y caucho, especies que aseguran la rentabilidad del terreno, se ayudan entre sí y mantienen trabajo e ingresos todo el año.

Plantas «clonadas»

Eso es así, porque el banano produce al primer año, el cacao necesita 4 y la hevea 7. Además, el banano, de rápido crecimiento, proporciona la sombra que precisa el cacao para desarrollarse, hasta que las heveas crecen. Entonces el banano desaparece y los ingresos se mantienen estables porque cacao y látex se complementan, dado que en otoño, cuando la producción del árbol del caucho se reduce a la mitad, es la época del cacao.

El sistema funciona y los objetivos se cumplen antes de lo previsto, pues los 30.000 dólares de beneficio neto anual, que contemplaba el plan de negocio para cada media propiedad, se convirtieron en 50.000 en 2007, ejercicio en el que recogieron 2.560 toneladas de caucho seco en la plantación.

Michelin también ayuda a los pequeños agricultores de la zona a desarrollar el modelo creado por la compañía y el éxito de la iniciativa, a la que se acogieron 50 familias, motivó una petición del presidente Lula da Silva para extender la idea a otros municipios. 1.200 familias se benefician del modelo agrícola creado por la compañía francesa, que cuenta con un millón de plantas de hevea «clonadas» para hacer frente a las necesidades de sus co-propietarios y la demanda de los pequeños agricultores para sustituir los árboles viejos o dañados.

Muy cerca de la plantación, Michelin mantiene una fábrica donde se procesa el látex. Su capacidad es de 12.000 toneladas al año y funciona al 95%, lo que supone el 10% de la producción brasileña, país que necesita 280.000 toneladas al año y, de momento, se debe conformar con 120.000 propias e importar el resto.

Las 2.600 toneladas de caucho, que llegan directamente de la plantación suponen el 32% de la producción de la planta, que completa su actividad con producto comprado a productores locales. Limpio, triturado, granulado y sometido a un secado a 120 grados, antes de ser prensado y empaquetado, este caucho supera con creces la normativa brasileña (0,07% de impurezas, frente al 0,10 exigido) y el fabricante francés, que sólo se queda producto de alta calidad, adquiere el 80% de la que producción.

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