Aquel 'maremoto' de 1951

A Iñaki Gorriti, del popular bar Gorriti de la calle San Juan de Donostia, no le hace falta dirigir la mirada a las fotografías en blanco y negro que desde hace más de medio siglo cuelgan en las paredes de su establecimiento.

El 28 de diciembre de 1951, Iñaki tenía quince años, pero no olvida lo que entonces contempló desde la ladera de Urgull. «Coincidió a la vez tormenta, mareas altas y un verdadero huracán. Desde el Castillo veías venir por el horizonte unas grandes olas, rotas pero levantadas, como si fuera un maremoto. Al chocar contra el Paseo Nuevo, retumbaba la ciudad, pero el viento levantaba las olas, que seguían hacia la zona del Príncipe y el Miramar».

Aunque quizás el término no fuese exacto, también DV habló de «maremoto» para definir aquella catástrofe que arrancó parte de la barandilla de La Concha, inundó varias bodegas de la calle Aldamar e hizo que el agua llegase hasta la calle 31 de agosto. Una foto de Aygüés mostraba un trozo del paseo de La Concha hundido sobre el voladizo.

«Una idea aproximada de la violencia que alcanzó el temporal -escribieron en el periódico- puede hacerse con lo ocurrido en el Puente de María Cristina. El oleaje, que llegó a batir el puente del Kursaal de un lado a otro, conservó la violencia suficiente para derribar parte de la barandilla del puente de María Cristina».

Si la avenida de la Zurriola, entonces del Generalísimo, «cubierta de piedras y arena, ofrecía un desolador aspecto», en el Paseo Nuevo «el oleaje ha arrancado grandes trozos de pretil y de la barandilla», hundiéndose varias zonas del pavimento.