Si por Eizmendi fuera, no diría al rival ni la hora del partido

san sebastián. DV. En la víspera de un partido de Copa de Europa contra el Milán, Bill Shankly, el mítico entrenador del Liverpool, lidiaba con la Prensa inglesa, que le pedía el once. El escocés zanjó el asunto con una de sus frases para la historia: «¿Qué alineación voy a sacar? No voy a revelar un secreto como ése. Si por mí fuera, procuraría que no se enterasen ni de la hora del partido».

José Ramón Eizmendi suscribiría esas palabras punto por punto. El entrenador de la Real cosechó un triunfo claro ayer ante la Prensa guipuzcoana, a la que derrotó por desistimiento. Se le recordó que ha utilizado el mismo once en los dos últimos partidos y que parece que lo repetirá en Elche. «Eso puede cambiar. No creo que haya un equipo tipo, aunque quizá haya jugadores más asiduos. Pero dependemos de muchos más factores que sólo de nosotros mismos: el contrario, el campo donde se juega...».

Preguntado de nuevo por la misma cuestión, ni se inmutó. «¿Repetir once? Ya veremos. Dependiendo de las condiciones valoraremos qué es lo más oportuno». Menos mal que la hora del partido la pone el Elche.

En el resto de asuntos, Eizmendi tampoco optó por el exceso. Prefirió relativizar la posibilidad de alcanzar la tercera victoria consecutiva en Elche. «No sé si llegará. Yo sólo veo ese partido, ni el anterior ni el siguiente. Estamos concentrados en esos tres puntos».

Por eso, que el rival sea el Elche, el equipo que sigue a la Real en la tabla, tampoco le hace plantearse el partido de una forma diferente a otros. «Son tres puntos matemáticos y no importa contra quién se consiguen. Al final, lo que cuentas es que sumemos los puntos que nos hacen falta para subir, y para eso tenemos que ganar a los que están detrás y delante. En todo caso, la importancia de los puntos de Elche llegará si al final de la Liga estamos igualados con ellos, pero si logramos los puntos que necesitamos para subir no importará dónde los hayamos ganado».

La máxima concesión de Eizmendi fue reconocer que «este partido es una buena oportunidad para probar la mentalidad competitiva del equipo. El Elche está muy fuerte en casa y es otro desafío para nosotros».

El entrenador de la Real considera que «los jugadores tienen los pies en el suelo, aunque el subconsciente está ahí y hay que tranquilizarlo para que sólo piensen en estos tres puntos. Les veo como siempre. Nuestro trabajo es recordarles que aún queda mucho. Todavía no hemos hecho nada».

Eizmendi asegura que estar en puesto de ascenso no le provoca «ninguna sensación especial. Lo único que me interesa son los tres puntos del sábado». Tampoco admite que estar entre los tres primeros sea un cambio sustancial en cuanto a las posibilidades del equipo: «La semana pasada dependíamos tanto de nosotros como ésta. No voy a hacer un análisis más profundo de la situación».

Dicho lo cual, Eizmendi saludó, se levantó y se fue. Hoy se encierra con su equipo en Zubieta y mañana, a jugar. Si por él fuera, el Elche no se enteraría ni de la hora del partido.