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El gendarme herido. [ETB]
ETA ha decidido no atentar contra la Policía francesa tras un debate interno
POLÍTICA

ETA ha decidido no atentar contra la Policía francesa tras un debate interno

Las fuerzas de seguridad galas creen que una «facción dura» preconiza romper el tabú y «pasar a los actos»

FERNANDO ITURRIBARRÍA

Martes, 5 de febrero 2008, 09:27

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PARÍS. DV. ETA ha decidido no atentar contra las fuerzas de seguridad galas tras un prolongado debate interno en el que una corriente, minoritaria pero muy radicalizada, preconizaba dar el paso pese a las represalias que podría acarrear por parte del Estado francés. La información fue revelada ayer por Frédéric Veaux, jefe de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) de la Policía Judicial gala, que testificó bajo juramento ante el tribunal especial de París que juzga desde a Ibon Fernández Iradi, Susper, por el asesinato frustrado de un gendarme en 2001 y a Agustín Figal Arranz, Biskor, de complicidad en un atentado que a punto estuvo de declarar la guerra total de Francia a ETA.

En el sumario del caso obra un escrito, encontrado el 29 de enero de 2002 en un garaje de Billère y leído por el presidente de la sala, Yves Jacob, en el que el autor considera que «la organización comete un error político militar» por no atentar contra policías franceses. «Hay que comenzar mañana o pasado mañana», «el debate se prolonga» o «el tiempo de pasar a los actos ha llegado» son algunas de las frases empleadas para instar a romper el tabú francés.

El texto diferencia entre el País Vasco francés, donde postula «acciones selectivas» en vista del contexto socio-político, y el resto de Francia. Aquí es partidario de «perpetrar actos muy mediáticos contra las fuerzas represivas y los intereses económicos» en la medida en que «desde hace tiempo el enemigo, a saber el Estado francés, ha emprendido su trabajo de opresión codo con codo con el Estado español». La autoría es atribuida al vascofrancés Didier Agerre, Sua, condenado a 18 años de prisión por el robo de dinamita en la región de Grenoble.

A preguntas de la corte, el jefe de la Policía antiterrorista recordó que, en el escondite de Susper en Tarbes, se encontró a finales de 2002 un detallado plan para matar en París a la jueza Laurence Le Vert, instructora de éste y otros muchos sumarios contra ETA. «El proyecto había superado varios niveles en la organización, que no había llegado a la decisión última», dijo.

«ETA no ha tomado la decisión de cometer unas acciones tan graves que, desde su punto de vista, no quedarían sin consecuencias por parte del Estado francés», aseguró Veaux. «Existió un debate acerca de si las fuerzas del orden francesas eran lo mismo que las españolas y debían ser tratadas igual, como postulaba una franja dura. El debate fue zanjado por la organización: No», aseveró.

El mando policial afirmó que dos de los nueve disparos «a bocajarro» de Susper fueron realizados cuando el gendarme Gérard Larroudé se encontraba ya malherido cuerpo a tierra, lo que evidencia una «voluntad homicida decidida». «Fue una acción de sangre fría, determinada y resuelta de Fernández Iradi» quien, según apuntó el testigo, no sólo no fue objeto de sanciones internas sino que ascendió, de responsable del reclutamiento en el momento de los hechos, a jefe del aparato militar cuando fue detenido por primera vez en diciembre de 2002.

El responsable antiterrorista dijo que la investigación ha permitido reconstruir los hechos y apuntar directamente a los acusados, gracias al testimonio de testigos, las huellas digitales y los carnés con nombres falsos pero con su verdadera fotografía de los que se incautaron los gendarmes antes de la agresión.

«Perdí los nervios»

Ibon Fernández, que se expresó en un correcto francés, tildó a Veaux de deshonesto por haber dado a entender que trató de rematar al gendarme en el suelo. Según su versión, el militar, pese a estar malherido, «se movía, trataba de incorporarse e hizo un gesto de sacar la pistola». «Yo tuve miedo y perdí los nervios», sostuvo. «Siempre he dicho la verdad y no he cambiado. Porque, como dijo el ex ministro del Interior Jaime Mayor, cuando explicó que no le creía a Zapatero, ETA nunca miente», declaró.

Susper, al igual que Biskor, que fue detenido el 5 de noviembre de 2002 y en 2005 fue condenado a cinco años de cárcel por su pertenencia a la estructura de reclutamiento de ETA, eludió responder a toda pregunta no directamente relacionada con la agresión al militar. Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro cuando el juez Jacob, también sonriente, le preguntó por su evasión de la comisaría de Bayona tras su primer arresto. «Me acuerdo muy bien pero no voy a hablar de ello», musitó. Luego Veaux opinó que aquella fuga, a través de un estrecho conducto de ventilación, «demostró toda su energía y determinación».

El presidente del tribunal, completado por otros seis jueces, todos mujeres, reveló que Fernández le había dicho que es sociólogo. En los informes penitenciarios, se afirma que estudia en la cárcel Geografía y Filosofía. Esos dictámenes le consideran inteligente, observador y respetuoso del reglamento interno. El pasado 17 de abril se le encontró en posesión de una «sustancia ilícita» de la que dijo ser simple intermediario entre otros dos presos.

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