Laskurain llevó el peso del partido y Titín remató

Titín y Laskurain sumaron el primer punto de la liguilla de cuartos del Campeonato del Parejas al derrotar anoche en el Atano III de Donostia a Olaizola II y Otxandorena. El triunfo de la pareja de Aspe no admite discusión. Fue justo y merecido. Cada componente fue más y mejor en su parcela. Es más, si no llega a estar en la cancha el menor de los Olaizola, la diferencia aún hubiera sido mayor. Y eso que Aimar fue superado una y otra vez por Titín.

Curiosamente, quien brilló por encima del resto fue el debutante, Laskurain. El zaguero de Soraluze saltó a la cancha muy concentrado, sabiendo en todo momento lo que tenía que hacer. No se salió del guión, no tenía que hacerlo. Debía aprovechar cada pelota que le dejase Titín en el tres y en el cuatro para martillear a Otxandorena y cumplió su cometido a la perfección. Pero se encontraba tan a gusto que se permitió la licencia de llevar él solo el peso del partido. Le sacudió como una estera con ambas manos, quitó pelota a Aimar y sometió a Otxandorena. El zaguero de Mugarie no tuvo otro remedio que entregarle pelota a placer a Titín.

Y el riojano no perdona casi nunca. Once tantos llevaron su firma, más dos saques. Laskurain también se apuntó tres tantos ganadores. Dos derechazos soberbios atrás uno de ellos pegó en el rebote y un dos paredes con la zurda. Muy bien, más que bien. Dio la impresión que el veterano del partido era él. Titín le ayudó todo lo que pudo y le dejó pelotas francas para que se luciera. Al de Tricio no le dolieron prendas al reconocer que Laskurain le llevó en volandas hacia la victoria.

Aimar Olaizola y Otxandorena fueron inferiores a sus rivales. No estuvieron acertados ni en defensa ni en ataque. El campeón manomanista no estuvo al nivel habitual. Encima recibió un pelotazo involuntario en la cabeza de Titín que le dejó sangrando. Afortunadamente, todo quedó en un susto. A Otxandorena no se le puede exigir más. Entró de suplente y no tiene bien las manos. Se soltó con un gancho que lo hubiera firmado el propio Titín, pero el protagonismo del Atano III fue para Laskurain. Chapeau Aritz.