Tres miembros de ETA cometieron el atentado contra los juzgados de Sestao

Las cámaras de seguridad del Juzgado de Paz de Sestao (Vizcaya) revelan que tres miembros de ETA cometieron el atentado perpetrado ayer con la colocación de una bomba compuesta por cinco kilos de cloratita, posiblemente reforzada con algún otro componente que todavía no ha sido identificado, según fuentes de la lucha antiterrorista.

En la grabación se observa a dos individuos merodeando por la zona y, posteriormente, a otra persona con un gorro, pero a cara descubierta y "muy alta" colocando la mochila que contenía el explosivo. Se sospecha que este tercer individuo podría ser Jurdan Martitegi, autor -junto a Arkaitz Goikoetxea- del atentado perpetrado el pasado 11 de noviembre en el Juzgado de Getxo y el del pasado mes de agosto contra el cuartel de la Guardia Civil de Durango.

Otras fuentes del Departamento de Interior, sin embargo, han señalado que aún faltan datos para sostener que en el atentado hubieran intervenido tres personas. Los servicios antiterroristas de la Ertzaintza, además de trabajar con las imágenes de las cámaras de seguridad, buscan posibles testigos que hubieran podido ver al autor o autores del atentado en las inmediaciones de la sede judicial, cuando se dirigían a colocar la bomba o cuando se alejaban de la zona una vez depositado el artefacto en la puerta del inmueble oficial.

Los investigadores están abiertos a todas hipótesis sobre la autoría del último atentado de ETA . Se parte de la constatación de que la banda terrorista cuenta en Vizcaya con el grupo que ha estado más activo desde el anuncio de la ruptura de la tregua pues a él se le atribuyen siete de los once atentados con bomba que se han registrado en territorio español desde el pasado mes de junio. Cinco de esos siete atentados han tenido lugar en Vizcaya y los otros dos en Logroño y Guipúzcoa.

Célula terrorista en Vizcaya

La actividad terrorista de esta célula ha estado protagonizada por dos presuntos miembros "liberados" de ETA identificados como Arkaitz Goikoetxea Basabe y Jurdan Martitegi a quienes se atribuye la colocación de un coche bomba en el cuartel de la Guardia Civil de Durango el 24 de agosto, así como la fallida trampa dirigida contra la Ertzaintza con las dos bombas colocadas en el Palacio de Justicia de Getxo.

A finales del mes de noviembre, los responsables policiales barajaron la hipótesis de que los dos etarras habían huido a Francia después de que se encontrara en territorio galo una furgoneta robada en Elgoibar presuntamente por Goikoetxea y Martitegi. El abandono del vehículo al otro lado de la frontera hizo pensar que habían regresado a territorio francés después de que fueran difundidas sus fotografías tras el atentado de Getxo y que se les hubiera vuelto a identificar unos días más tarde cuando alquilaron una furgoneta en Ermua.

Esa es la última pista que se tiene de los dos etarras sin que con posterioridad se haya vuelto a encontrar ningún indicio de su paradero. No se tiene conocimiento fehaciente, por tanto, de si los etarras huyeron finalmente a Francia o si continúan todavía en Vizcaya. En todo caso, al margen de lo que haya ocurrido con los dos etarras, el atentado de Sestao revela que se mantiene la implantación de la organización terrorista en Vizcaya.

Cinco kilos de cloratita

La explosión se produjo minutos antes de la una de la madrugada, después de que una llamada previa en nombre de ETA avisara de la colocación del artefacto explosivo junto al Juzgado.

Fuentes de la Policía Autónoma Vasca han indicado que el artefacto estaba compuesto por cinco kilos de cloratita, aunque inicialmente se había informado de que contenía dos o tres kilogramos de un explosivo no especificado.

La bomba causó importantes destrozos en los juzgados de Sestao, ya que hizo saltar las grandes puertas de madera de la entrada y dejó un socavón de dos metros de profundidad a la entrada de las dependencias judiciales, y daños en las viviendas y locales comerciales de un edificio situado frente al juzgado.

Vuelta a la normalidad

El Departamento de Justicia va a comenzar esta semana el inicio de las obras de reparación del juzgado. De momento, los funcionarios están trabajando de forma provisional en la zona donde se celebran las bodas en ese mismo edificio.

Desde primera hora de la mañana, el juzgado funciona con "total normalidad", según fuentes del Ayuntamiento, después de que se haya habilitado una entrada provisional desde puerta principal del Edifico Castaños. Mientras, a lo largo de la mañana los servicios de limpieza se han dedicado a adecentar las instalaciones y la brigada de obras del Ayuntamiento a retirar escombros y a bloquear las ventanas rotas para evitar el frío.

Los técnicos han realizado las primeras valoraciones de daños en el edificio municipal. Los destrozos causados por la explosión fueron cuantiosos y se desconoce, por ahora, a cuánto ascienden y el tiempo que se tardará en arreglarlo. En cualquier caso, además de iniciar las obras de reparación, el Departamento de Justicia ha anunciado que va a reforzar la seguridad de acceso al juzgado.