Derrota del Bruesa en el último amistoso

SAN SEBASTIÁN. DV. Partido tachado del calendario. Compromiso cumplido y a mirar hacia adelante. Como no es extraño que pase, tras una pretemporada cargada de partidos, el Bruesa debe olvidar cuanto antes el último de los nueve amistosos, ayer en Logroño.

Al buen hacer global, a la intensidad y compromiso, en menos de diez minutos se comprobó que la salida del Bruesa había sido en balde, que no iba a ser capaz de rascar nada. Los problemas fueron constantes. De raíz los plantearon los exteriores del Caja Rioja que acribillaron desde fuera en la primera mitad (6 de 8 en triples), aunque acciones puntuales del Bruesa permitieron llevar el empate al descanso (38-38). Un espejismo. El peor Bruesa de la pretemporada hizo su aparición en plenas fiestas de San Mateo. No defendió, no fue un bloque y los males se acentuaban ante la complejidad de elaborar acciones en ataque. Panko, como casi siempre, fue de los pocos que se salvó. Las constantes propias, las conocidas, se las dejó el Bruesa en casa. Espera la LEB.