«Pasé mucho miedo en la celda»

GETXO. DV. Lo que empezó como un viaje solidario para Eneko Calle García se tornó ayer en una pesadilla que se prolongó durante más de ocho horas. Este cooperante vasco fue retenido por las autoridades israelíes cuando acompañaba a la ciudad de Jericó a medio centenar niños palestinos que han pasado sus vacaciones en España con la ONG Paz Ahora. Según informó la organización, los pequeños salieron del aeropuerto de Barajas el pasado sábado para retornar con sus familias. Junto a Calle fueron detenidos cuando se disponían a cruzar la frontera entre Jordania e Israel sus compañeros y también cooperantes Julio Rodríguez, madrileño, y Saif Abu Shekek, miembro de la organización palestina que trabaja con Paz Ahora, además del monitor NayefAbu Keshek,

Según informaron los voluntarios, el grupo fue interceptado a mediodía, tras emprender el viaje a las 8.30 de la mañana en autobús desde Amann, la capital Jordana. Una vez allí, se encontraron con múltiples trabas por parte de las autoridades israelíes. «Nos dijeron que éramos un peligro para el Estado de Israel y nos retiraron los pasaportes y los equipajes», denunció Saif. Este cooperante, residente en Barcelona, indicó que su llegada a la frontera ya había sido comunicada a las autoridades hebreas.

A las 15.00 horas, los adultos fueron detenidos y encerrados por separado en dependencias policiales para ser interrogados y registrados. Según explicó Eneko Calle, «nos encerraron en una celda durante tres horas, sin tener noticias de nuestros compañeros, y me interrogaron exhaustivamente, sin dar ninguna explicación. Lo querían saber todo: hacia dónde íbamos, cuánto tiempo nos quedaríamos y porqué».

Por si fuera poco, explicó Calle, le cachearon y volcaron su maleta para registrarla exhaustivamente. «Ha sido una experiencia muy dura. Estaba francamente nervioso, todos los hemos pasado mal». Mientras los adultos permanecían detenidos, «a los niños les hacinaron en una sala hasta que nos sacaron de las celdas, sin darles de comer ni de beber», denunció Saif.

Dolidos por los niños

Aunque Exteriores informó de su puesta en libertad a las 18.00 horas, los cooperantes y los niños permanecieron detenidos por la Policía hasta las 20.30 horas, según fuentes de la organización. Apenas media hora antes se dejó que los adultos pudieran comunicarse entre sí, aunque siempre controlados por las fuerzas israelíes. Saif, que se quedó al cuidado de los niños, y que era el único que disponía de teléfono móvil arremetió contra las autoridades hebreas. «No entiendo este comportamiento. Nos han tratado como a delincuentes». El cooperante palestino se mostró indignado y dolido por el tratamiento recibido tanto por ellos como por los niños. «No hay derecho a que después del excepcional verano que han pasado se encuentren con esto de regreso a su casa».

Los pequeños se han alojado en diversos puntos de España, como Marinaleda (Sevilla), Málaga, Lérida y Barcelona. Una quincena de ellos lo hicieron en Sopelana, en la ikastola Ander Deuna. Precisamente, de esta localidad vizcaína es natural Eneko Calle, quien comenzó su andadura solidaria cuando en su viaje de estudios visitó los campos de refugiados saharauis.

La experiencia le llevó a fundar junto a un grupo de compañeros la asociación pro-Sahara Nuyum, que aloja cada verano a niños en familias de Sopelana. Recientemente, Calle ha llevado la solidaridad también a los territorios palestinos.