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Titín se estira para devolver a buena una pelota, con Xala atento a la acción. [ARIZMENDI]
Casi mil pelotazales en el Izarraitz
Pelota

Casi mil pelotazales en el Izarraitz

El frontón de Azpeitia registró un entradón y reinó un buen ambiente Titín y un recuperado Eulate derrotaron a un fallón Xala y Barriola

JOSEBA LEZETA

Viernes, 3 de agosto 2007, 01:58

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AZPEITIA. DV. Entre novecientos y mil pelotazales se dieron cita la noche del miércoles para asistir al festival que Aspe programó en el Izarraitz de Azpeitia, en el último festival de la miniferia de San Ignacio. Pese a sus grandes dimensiones -su aforo asciende a 1.100 espectadores-, el frontón registró un entradón, uno de los mayores que llevamos este verano, superado sólo por un par de los registrados en la feria de San Fermín.

La gente acudió al reclamo del duelo Titín-Xala y a la presencia de un Mikel Goñi convertido en atracción estas últimas semanas. No es mera coincidencia que las mejores entradas se produzcan precisamente cuando juega este pelotari.

El festival de Aspe dobló la asistencia al que Asegarce ofreció la víspera en el mismo recinto con la presencia del campeón manomanista, Aimar Olaizola. También intervino la figura local, Kepa Peñagarikano. Pese a ello, la diferencia de asistencia resultó enorme.

Después de lo visto estos días, cabe deducir que los partidos de las figuras de Aspe poseen otro atractivo, enganchan más que los de Asegarce. Tienen un ritmo más alto, espectacularidad, abundan los tantos movidos, las estiradas de Titín siguen causando asombro, Xala le juega de tú a tú, los zagueros se suman a la fiesta... Y por si faltara algo se ha sumado un Mikel Goñi que mantiene intacto su carisma.

Xala falló demasiado

Tras dos derrotas consecutivas Titín volvió a la senda del triunfo al vencer en compañía de Eulate a Xala y Barriola por 22-16. El marcador pudo ser aún más abultado ya que estuvieron 21-12. Si el martes en Zarautz ante Xala dio la impresión de ser un alma en pena, veinticuatro horas después Titín resucitó. Cobró diez tantos de remate, manejó el gancho con soltura, paró en el txoko con precisión suiza, se defendió como sólo él sabe hacerlo... El dinero, en contra de lo habitual, salió en su contra con momios de ochenta a cien.

Esperábamos que Xala le creara problemas con la velocidad de su pelotazo, con su brillo. Pero no sucedió así. El zurdo de Lekuine comenzó fallón y no se enderezó. A quien le faltó frescura fue a él. Perdió ocho pelotas por sólo dos Titín. En ese apartado radicó la gran diferencia entre ambos.

Eulate disputaba su quinto partido desde que reapareció tras la intervención quirúrgica a la que se sometió para solucionar sus problemas de riego sanguíneo en la mano derecha. Le habíamos visto en San Fermín sin juego, con enormes dificultades para soltar el brazo. En Azpeitia, en un frontón que le va por sus dimensiones, demostró que su recuperación marcha por buen camino. Se asemejó al zaguero seguro de sus mejores tardes. Devolvió a buena pelotas complicadísimas que morían en la pared izquierda, cubrió cancha, se defendió de aire e incluso se atrevió a resolver los tantos, como en el pelotazo que alcanzó en el txoko y bombeó de zurda con suavidad para que volara por encima de Xala y botara unos centímetros por dentro de la raya de contracancha.

Abel Barriola sólo falló dos pelotas, anduvo en la cancha con la facilidad y la rapidez que le caracteriza, pero le faltó la brillantez que exhibió en Errenteria hace pocas fechas. No hizo daño con su derecha y también tuvo dificultades para quitar el aire a Titín.

Y el delantero de Tricio, que pasa estos días en Laredo junto a su familia, ya está listo para afrontar otro fin de semana sin descanso. Tres partidos en tres días: esta noche en Murillo de Río Leza y mañana y pasado en el Ogueta de Vitoria.

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